En su visita al Metropolitanos en Venezuela, Melgar tuvo muchas dificultades al inicio del encuentro: en veinte minutos ya había recibido dos goles en contra. Sin embargo, golpeó en los momentos adecuados -al término del primer tiempo y al principio del segundo- y con goles de Bernardo Cuesta, Luis Iberico y Jhonny Vidales pudo voltear el marcador y sellar el 2-3 en los minutos finales del cotejo.

La transmisión del compromiso llegó gracias a la señal cerrada de DIRECTV Sports 2 y contó con la narración de Federico Rojas y los comentarios de Fernando Petrocelli. El dúo venezolano pecó de localismo en varios pasajes del encuentro, por lo que la transmisión fue parcializada y muy desbalanceada. A eso hay que sumarle algunos errores en los nombres de los jugadores peruanos, aunque por un lado puede ser comprensible que no manejen bien la pronunciación de los apellidos –decían Ibérico en vez de Iberico–. A pesar de ello, al inicio del partido brindaron información correcta acerca de cómo llegaba cada equipo y el motivo de la ausencia de algunos jugadores.

Metropolitanos FC se presentó al encuentro en el estadio Olímpico de la UCV con una variante obligada: Tito Rojas tuvo que reemplazar al suspendido Giancarlo Schiavone. Su director técnico José María Morr planteó su acostumbrado 4-4-2. En la meta se ubicó el capitán Tito Rojas. La dupla central estuvo conformada por Andrés Ferro y Steven Pabón. Leminger Bolívar estuvo a cargo del carril derecho y Néstor Cova del carril izquierdo. Christian Larotonda y Abraham Bahachille comandaron el centro del campo. Robinson Flores jugó por el sector diestro del ataque y Luis Martell por el flanco zurdo. De esta manera, Johan Moreno y Marco Bustillo tuvieron la labor de moverse por el frente de ataque. La escuadra venezolana tuvo una primera mitad en la que dejó buenas sensaciones, especialmente gracias al control del mediocampo por parte de Larotonda y Bahachille, sumado al gran recorrido por bandas que hacían Martell y Flores. Solo mostraron nervios en los cinco minutos iniciales hasta que Tito Rojas atajó un penal que disparó Bernardo Cuesta. Esto les dio un envión anímico suficiente para adelantarse un poco y conseguir el primer gol a los 9′: luego de un tiro de esquina lanzado desde la izquierda, Martell peinó el balón, el cual se desvió un poco para que Bahachille defina debajo del arco. Casi diez minutos después, una muy bonita jugada colectiva que empezó por derecha terminó en el sector izquierdo y Martell, nuevamente protagonista, mandó un centro medido para la cabeza de Bustillo, quien cabeceó adelantándose a la defensa dominó y al mismo Cáceda. 

Melgar, por su parte, realizó dos cambios respecto a su partido anterior en este torneo: Joel Sánchez y Paolo Reyna ocuparon los lugares de Walter Tandazo -suspendido- y de Leonardo Mifflin. El entrenador Néstor Lorenzo mandó al campo un 4-2-3-1. En el arco estuvo Carlos Cáceda. La defensa estuvo compuesta por Alejandro Ramos, Alec Deneumostier, José Luján y Paolo Reyna. En el mediocentro hubo una dupla conformada por Horacio Orzán y Alexis Arias. El argentino Cristian Bordacahar se desenvolvió por el flanco derecho y Luis Iberico por el izquierdo, dejando a Joel Sánchez para que desempeñe el papel de ’10’. En el centro de ataque quedaba el capitán Bernardo Cuesta. El conjunto arequipeño se vio afectado por el penal fallado a los 5 minutos de iniciado el encuentro. Además, los dos goles recibidos en los primeros 20 minutos fueron un mazazo para el estado anímico de los dirigidos por Lorenzo. Tuvieron la suerte de encontrar el descuento en la última jugada del primer tiempo y en la segunda fracción fueron los únicos en salir al campo pues Metropolitanos FC no fue ni la sombra de lo que mostró en los primeros 45′. Esto, sumado a la lesión del portero venezolano Rojas -quien se quedó en la cancha todo el partido-, fue un factor fundamental para el empate: Luis Iberico notó que el arquero tenía complicaciones y probó suerte casi desde el borde del área. Su disparo se desvió ligeramente en Ferro y terminó colándose en el arco venezolano. A partir de ese momento, Melgar se hizo dueño absoluto del partido, con un Iberico que creció en su juego y que empezó a asociarse más con Joel Sánchez. El recién ingresado Jhonny Vidales consiguió la remontada con un cabezazo en el área tras un buen centro de Kevin Quevedo desde el sector derecho.

Melgar no venía desarrollando su mejor juego ni tampoco encontraba la manera de llegar al arco rival. Afortunadamente para ellos, en una jugada aislada en el último minuto del primer tiempo, Andrés Ferro cometió una falta que pudo haber evitado. En ese tiro libre, el golero Tito Rojas hizo por los rojinegros lo que ellos no habían podido: conseguir un gol. Rojas salió a cortar el centro, pero inexplicablemente soltó el balón -el arquero tenía una molestia en su codo izquierdo por una jugada previa- y Bernardo Cuesta, ni corto ni perezoso, aprovechó el regalo para anotar el descuento.

A pesar de que Jhonny Vidales fue quien marcó el gol del triunfo tras un centro preciso de Kevin Quevedo, la verdadera figura en este partido fue su entrenador Néstor Lorenzo. En los últimos minutos, cuando notó que los venezolanos estaban cansados y ya no retrocedían en la marca como antes, refrescó su ataque y sacó a Bordacahar y Cuesta. Esto le brindó réditos pues los dos jugadores que ingresaron –Vidales y Quevedo– fueron los que orquestaron el tercer gol.

Del otro lado de la moneda, el villano fue José María Morr. El estratega venezolano no tuvo capacidad de reacción luego del descuento rojinegro ni cuando le empataron el partido. No solo eso, sino que fue incapaz de cambiar a su arquero -quien presentaba molestias físicas- y eso le costó recibir el primer gol. En el segundo tiempo, cuando aún tenía la ventaja, renunció a atacar o a seguir jugando como lo hizo en la primera mitad y, finalmente, terminó pagando con la derrota su mala decisión.

Con esta victoria, Melgar rompió una racha negativa de 79 partidos en los que un equipo peruano, en condición de visita, jamás había sido capaz de remontar o al menos empatar un partido en la Copa Sudamericana cuando empezó perdiendo. Es destacable que el elenco dominó haya quebrado esta marca, y es incluso más loable que lo haya hecho teniendo un marcador adverso de dos goles en contra.

El colombiano Carlos Herrera fue el árbitro principal del cotejo. Estuvo acertado en todas sus decisiones. Pitó sin dudar el penal a favor de Melgar y después de eso no tuvo que lidiar con un partido complicado, así que su labor pasó realmente desapercibida.